Como dice la canción, toda una vida estaría contigo.... en este caso con la Neurociencia.
Así es la vida de nuestra Presidenta, toda una vida dedicada a la medicina y a la neurociencia. Como muchas veces ella me ha dicho "yo 'sólo' se ser médico".
Y como estamos tan orgullosos de ella queríamos presentaros un poco mas quién es. Porque de esta manera pondréis entender qué es la AEN, aquí os dejamos una pequeña entrevista realizada a su fundadora.
¡Con ustedes, la Dra. Marta Ochoa!:
¿Cuándo decidiste que tu campo era la neurología?
A lo mejor la primera pregunta es ¿Cuándo decidiste ser médico?
Pues no recuerdo haber querido ser nada más, ni bombero, ni futbolista, ni cantante, ni modelo de ropa (a lo mejor mi 1.60m jamás me lo hubiera permitido).
Y soy la primera médico de mi familia, toda ella orientada al mundo de los números y fórmulas,….físicos y matemáticos.
Pues una vez que decides que eres médico y que tus genes son “matemáticas” creo que no hay más opción que ser neurólogo y ser músico.
Ambas son física y matemáticas.
Es cierto que inicialmente quería ser Neurocirujana, que es la especialidad de Neurociencias que opera cerebros, pero desde 4º de medicina decidí que me gustaba más la especialidad médica, la que no opera, la que en teoría habla más con los pacientes, la que piensa más sobre el funcionamiento del cerebro, la que exprime lo que le preguntas a un paciente y lo que le exploras en la consulta con un martillo de reflejos y consigue orientar las enfermedades.
¿Cuál crees que ha sido el momento histórico más importante de la neurociencia?
Santiago Ramón y Cajal.
Y soy fan de muchos neurólogos previos a él, sobre todo de Charcot, pero D. Santiago fue el pionero en unir la clínica con una evidencia científica. Fue quien empezó el camino de las redes neuronales, de la conectividad, de hacernos entender cómo funciona el sistema nervioso.
No en vano se llevó un Premio Nobel.
¿Cuáles son los principales retos de la neurociencia actualmente?
Conocer el cerebro. Es el “órgano Rey”. Sin cerebro nada existe, es como en el ajedrez, que es un deporte muy matemático, como la neurociencia. Conocer al Rey a lo mejor es el principal reto. En el ajedrez matar al rey es ganar la partida.
Es cierto que los que nos dedicamos a la neurociencia somo malos vendedores de nuestro valor. Alguna vez has oído decir a un cardiólogo que no sabe cómo funciona un corazón? Pero nosotros seguimos diciendo que no sabemos cómo funciona el cerebro.
Hemos avanzado mucho, hemos dejado de pensar que es un órgano estático, que no tiene “plasticidad” (capacidad de amoldarse, de regeneración) y esto es lo que está haciéndonos ver que podemos cambiar cosas. Las enfermedades neurodegenerativas, gran lacra y pandemia acuciante, probablemente sea el principal reto.
¿Hacia dónde se dirige la neurociencia?
Esta no sé bien cómo contestarla, va muy unida a la anterior.
Creo que la Neurociencia está empezando a buscar su camino, los “neurocosas” asistenciales hemos empezado a dejar de pensar que nuestro campo se basa sólo en la clínica y que hay más formas de ver nuestra especialidad. Creo que la neurociencia se dirige a entender el cerebro desde una forma multidisciplinar, palabra que nos gusta mucho a los médicos asistenciales, pero que nos cuesta aplicar en la realidad. Entender que el cerebro es no sólo medicina sino otras ciencias, incluida la filosofía ehhh que el cerebro es también nuestro instrumento para nuestra moralidad y para nuestra esencia como persona.
A pesar de que como he expuesto antes el “envejecimiento” y las enfermedades degenerativas sean importantes, creo que las neurociencias van a dar respuesta a casi todas las patologías que podemos sufrir, no sólo las entendidas como neurológicas.
Sin duda volveremos a hace unos años donde la patología entendida actualmente con psiquiátrica y problema del alma, en el fondo es orgánica y problema del cerebro. Las emociones, los sentimientos, el dolor, muchas cosas son orgánicas y la neurociencia conseguirá explicarlas
Al final es el órgano “rey”, no lo olvidemos.
¿Qué le dirías a un joven que empieza a interesarse por este campo?
Lo sabes y para mí la mejor profesión del mundo es ser médico. No lo cambiaría por nada. Y ser médico del trozo del cuerpo más interesante, más importante más complejo sin duda es un buen plan.
Si fuese un gato un tuviese siete vidas, en las siete sería médico, y en las 7 creo que neuróloga o “neuroalgo”.
Sé que pregunto con ventaja, pero ¿cuál crees que es la importancia de la música en el desarrollo del cerebro?
La música es el instrumento más potente que conozco. Permite la educación en valores, los que en realidad nos hacen humanos, los que ayudan a mantener nuestra sociedad.
No hay ninguna actividad que active tantas conexiones en nuestro cerebro como la música. Y aquí puedo explayarme todo lo que queramos en esta entrevista pero puede ser muy larga la explicación.
Si activamos nuestro cerebro, podremos ¿aprender más rápido? ¿rehabilitar nuestro cerebro que se ha dañado por alguna enfermedad? ¿Evitar alguna enfermedad?
Estas son muchas preguntas, algunas ya con respuestas que podremos hablar lardo y tendido, pero la música es un instrumento potente y nuestro cerebro lo sabe y reacciona ante ella.
Y aquí no quiero hablar sólo desde el punto de vista de un médico,
¿Cuál es el bien social de la música? Desde nuestros antepasados, muy muy antepasados, la música siempre ha estado. En las cuevas de Altamira sabemos que los dibujos en determinadas cuevas estaban pintados en esas cuevas porque la resonancia era mejor y porque los rituales iban asociados a música.
Los médicos podemos recetar medicinas, que sin duda tienen sus beneficios, pero por qué no recetamos música? Porque no nos lo han enseñado.
¿Qué crees que debemos saber y nos hemos podido dejar en el tintero en esta entrevista?
Creo que ya lo he dicho.
El cerebro es el “órgano rey”, no el corazón. Hay corazones artificiales, pero no cerebros artificiales. Y espero que NUNCA haya cerebros artificiales, porque creo que no sólo la inteligencia sino también la esencia mental, espiritual, moral, humana, social, o queramos llamarlo, del ser humano, también está en el cerebro.
Mil gracias Presidenta, creo que todos disfrutarán tanto como yo leyendo estas reflexiones. Y os invito a todos a conocerla aún más, os aseguro que merece la pena.
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